Acabamos el año con una de las secciones que más gustan a nuestros seguidores y en esta ocasión tenemos el placer de contar con Ipar (@iparatx). Seguro que todos vosotros conocéis alguno de sus estupendos videos, o su espectaculares paseos con la bicicleta, en compañía de su mejor inversión, sus hijos.
Como siempre, nos hablará sobre sus inicios, éxitos y fracasos, filosofía de inversión con la que más se identifica y su opinión sobre lo que nos deparará el 2022.
Muchas gracias por tu tiempo y por compartir tus experiencias y tus ideas con nosotros, es un placer poder hablar contigo de inversión, economía, bolsa y otras tantas cosas; empezamos…
- Háblanos sobre ti. ¿Quién es Ipar? Estudios, trayectoria, a que te dedicas.
Soy un inversor particular que intenta pasar desapercibido en el anonimato. No busco rédito profesional (no relaciono mi actividad en RRSS con un perfil profesional), ni trato de monetizar mi perfil de RRSS en sus diversas forrmas habidas y por haber. Soy un avatar que escone a su vecino de edificio, al hombre que se sienta enfrente en el metro. Yo tan sólo me dedico a invertir y a publicar cómo invierto. Busco un feedback de aprendizaje. No me considero el mejor, tampoco el más sofisticado y desde luego no soy para nada infalible.
Lo que intento ser es honesto con mi propia operativa. No hablo en porcentajes, ni dibujo roscos de arcoiris con diversas posiciones de tickers imposibles. Trato de no engañarme a mi mismo
Pese a mi formación en Económicas y Empresariales, me he dedicado profesionalmente al mundo audiovisual, trabajando como guionista y director de programas para EITB, LASEXTA o TVE. Supongo que eso ha dejado cierta deformación profesional en forma de los #parfilms (los videos que edito y cuelgo de menos de 2 minutos)
Estoy acostumbrado a dirigir equipos de personas y considero que es una de las disciplinas más exigentes que hay. Me gusta pensar que soy el peor de mi equipo porque eso me da un indicador infalible de que estoy rodeado de los mejores y me queda margen para aprender. En ese sentido el COVID19 fue una prueba de fuego que nos curtió cara a la total incertidumbre e improvisar soluciones para quienes dependen de ti.
Actualmente compagino mi trabajo con mi oficio, que no es otro que rentabillizar mi patrimonio. Soy padre de un niño y una niña de trece y diez años y vivo con una preciosa Border Collie llamada Freyja.
- ¿Cómo surgió el interés por la inversión? ¿Con que tipo de estrategia te identificas o te sientes más cómodo?
Surgió a raíz de sentirme “engañado” tras depositar mis ahorros en el típico producto financiero convencional de una entidad bancaria hace casi quince años. Me devolvieron tres años después lo que les había dejado. Un enorme coste de oportunidad. Me di cuenta que tenía que tomar las riendas de mis propios intereses financieros. Así que empecé a meter la pata y aprender de mis propios errores. Empecé a devorar libros y a tratar de aprender de experiencias ajenas.
Esas lecturas, es como el USB de una vida de fracasos y éxitos que puedes descargarte en breve plazo de tiempo. El apredizaje de una vida condensada en unas páginas. Empecé a buscar mi propio camino.
- ¿Cuál fue tu primera inversión? ¿Cuál fue el resultado?
En los años universitarios. Mi primera inversión fue TEM (Telefónica Móviles) en un tiempo de burbujas tecnológicas. En la Facultad nos creíamos los más listos, así que aquel error (que pagué con mis primeros ahorros pues desapareció con tremendas minusvalías en mis posiciones) fue todo un máster de humildad. Y de hecho fue por lo que no perdí hasta la camisa esquivando aquella fatídica TERRA en la que todo eran parabienes y “to the moon” ibéricos. Un compañero de pupitre quebró a su familia. Aquello me hizo ser cauto a la hora de tomar decisiones y no dejarme llevar por el FOMO y mis propios sesgos.
He cometido muchos errores desde entonces hasta hoy. Pero trato de aprender de ellos.
- ¿Tu mayor éxito como inversor? ¿Y fracaso?
Mi mayor éxito es haber construido en estos 13 años una cartera equilibrada de aproximadamente 10 valores en la que los flujos de efectivo (de dividendos o de nuevas aportaciones) son reinvertidos tratando de mejorar los PMC. Tener IBERDROLA compradas a 3,72€ (en julio de 2012), apostar con convicción por VISCOFAN sobre los 40€ en el 2019 o especular con NEA cuando tenía el activo oculto de la venta de la planta de Itziar, me ha ayudado a apuntalar esa cartera.
Pero tengo mis cadáveres, por supuesto. A la mencionada TEM que me dinamitó mis primeros ahorros, se une una posición en SAN que conservo más por sentimentalismo que por otra cosa.
Quien diga que no se ha equivocado en este mundo, está faltando a la verdad.
Aún así y todo considero que lo importante es saber “invertir en valor”, algo tan aparentemente nimio como aprovechar las pequeñas cosas que te da la vida. Y no tienen que estar al otro lado del planeta. Viajar es vencer, sí. Pero las mayores satisfacciones las he encontrado en los pequeños rincones. Un amanecer junto a tu cuadrilla. Un café con una buena lectura. Un paseo con las luces de tu ciudad. Pedalear por bosques olvidados.
Decía Saint-Exupéry que lo esencial es invisible a los ojos. Las grandes cosas no son caras.
- ¿Cuáles son tus valores nacionales favoritos? ¿Y extranjeros? ¿Por qué?
En RRSS se me conoce por mi absoluta fe en el futuro de GESTAMP, y en menos medida por posiciones relevantes en ENAGAS (de la que ya no me siento cómodo) o VISCOFAN.
No estoy invertido en valores extranjeros, en cierta forma puede parecer un nuevo error, pero me salvó de BABA cuando todo el mundo comentaba que China era el nuevo paraíso en la Tierra.
Tampoco (y puede que sea de los últimos en las RRSS) llevo cryptos. Pero sí muestro mucho interés por estos nuevos activos financieros.
En todo caso, trato de invertir con convicción. Con pólvora del rey o posiciones que no suponen un riesgo real patrimonial cualquiera puede dar lecciones en una sobremesa. Cuando te juegas tu patrimonio, el de verdad, la medida del riesgo cambia diametralmente y ya no salen los vencedores del sesgo del superviviente.
- ¿Qué cinco indicadores económicos o características valoras o le pides a una acción para incorporarla a tu cartera?
¿Podríamos hablar de un buen ROIC? Deberíamos ¿Decir que su deuda sea baja? Podríamos ¿Un MOAT insalvable? ¿Por qué no?
Pero invertir en una compañía es hacerte copropietario de ella, sentirte orgulloso, saber que tiene algo que merece la pena. Un buen producto, una apuesta de futuro, un equipo ganador.
Las compañías que tengo en cartera tienen algo más que unos números en una cuenta de resultados, tienen una narrativa que me ha enamorado.
Estos años en la Bolsa me han enseñado aquello de que nos e trata de elegir a la más guapa del cconcurso, sino a aquella que el jurado considera que es la más guapa.
- ¿Qué estás leyendo actualmente?
A Morgan Housel y su “Psychology of money”. Pero si le enseño el Kindle, da miedo por la cola de lectura que no cesa. El último libro físico (para mí) que he comprado es el de Damodaran sobre valoración de empresas.
- ¿Cuáles son tus libros de inversión favoritos? ¿Por qué?
Es complicado porque supongo que todos le aportan a uno algo. Uno de los que más me gustó fue “Un paso por delante de Wall Street” de Peter Lynch, o “Los Cuatro Pilares de la Inversión” de William Bernstein. El primero por lo sencillo y ameno que es de leer: un supermecado como tesis de inversión con unos analistas tan implacbles como los hijos. El segundo porque resume fantásticamente lo que es invertir con diversos instrumentos financieros.
Y sí, aparte de estos dos (y aunque me lluevan piedras) no hay que renegar del cambio de paradigma que supuso leer en su momento a Kiyosaki. Me encantaría pensar que todo el mundo empieza sus lecturas financieras con Graham, pero ambos sabemos que para correr, primero hay que gatear. Aparte que las ediciones de “El inversor inteligente” que veo por ahi en alguna balda están bastante poco sobadas, lo que da una medida exacta de lo ladrillo que puede resultar (quitando un par de capítulos).
- El 2018 fue un año bastante malo para los mercados mundiales y en especial para el Ibex, el 2019 ha sido el año de la recuperación, en el 2020 llego el Covid y destrozo los mercados. ¿Cómo ves el 2021 con COVID y tras pasar la pandemia?
Leo muchas cábalas (y ahora a finales de año más) sobre cómo será el futuro. Sinceramente no tengo ni idea de qué ocurrirá, tan sólo sé que hay que estar preprado y hay que saber adapartarse. Esa nuestra ventaja competitiva fundamental como pequeños inversores. No le debemos nada a nadie, no rendimos cuentas a nadie. Quizás lo más inteligente sea pasar por pesimista, pero creo que es el optimismo el que nos hará ser rentables. Optimismo para apostar por empresas que lo hacen bien, para crear puestos de trabajo, innovar, avanzar como sociedad, mejorar día tras día.
Nuestra palanca de acción, ese simple click en nuestro broker, posibilita que el día a día de muchas personas se cumpla. Tenemos el futuro más esperanzador que podamos desear, y lo estamos escribiendo todos los días.
- ¿Qué consejo le darías a alguien que se inicia como inversor?
Que no deje de aprender porque somos unos eternos aprendices. Y si tiene unos ahorros; que se equivoque, con prudencia sí, pero que se equivoque. Que le duela. Que crezca a base de cicatrices y que desdeñe a aquel que le dice cómo tiene que hacerlo. Usted como inversor tiene su propio camino. Tan sólo ha de descubrirlo.