Ya estamos de vuelta en una de las secciones de más tirón del blog, en esta ocasión tenemos el placer de tener con nosotros a Vicente Varo, director de contenidos de Finect y tuitero muy activo y conocido de la comunidad financiera.
Como es habitual en esta sección hablaremos de todo: conoceremos más sobre su persona, éxitos y fracasos, filosofía de inversión con la que más se identifica y qué pensamientos tiene para lo que queda de 2020 y el próximo año.
Muchas gracias por tu tiempo y por compartir tus experiencias y tus ideas con nosotros Vicente, es un placer poder hablar contigo de inversión, economía, bolsa y otras tantas cosas; arrancamos….
- Háblanos sobre ti. ¿Quién es Vicente Varo? Estudios, trayectoria, a que te dedicas.
Vicente Varó es el director de contenidos de Finect. Estudié Periodismo en la Universidad de Navarra y, después de hacer un seminario de información económica, me di cuenta que era un área de la comunicación muy interesante y con mucho por hacer. En 2000 entré en Expansión, que fue donde empecé a seguir más de cerca los mercados financieros. En 2005 tuve la suerte de unirme al equipo fundador de elEconomista donde fui coordinador de la sección de Mercados. Y en 2008 me incorporé al proyecto que ahora es Finect, entonces Unience, desde el que ayudamos a los ahorradores e inversores a aumentar su cultura financiera y comparar, contrastar y encontrar los mejores productos financieros.
- ¿Cómo surgió el interés por la inversión? ¿Con que filosofía te identificas mejor y por qué?
Surge cuando empiezo a hacer información de finanzas. Me atraen las historias personales y la vida que hay tras lo que a mí me parecía desde fuera un mundo frío. El peso de las emociones en la toma de decisiones financieras, la posibilidad de obtener rentabilidad para el dinero que tanto cuesta ahorrar… Respecto la filosofía, creo firmemente en la inversión en buenas empresas, con ventajas competitivas, cuyos beneficios vayan aumentando a lo largo del tiempo. Ante la falta de conocimientos y de tiempo para seleccionarlas por mi cuenta, lo hago a través de fondos, mezclando en mi cartera gestión activa e indexada.
- ¿Cuál fue tu primera inversión? ¿Cuál fue el resultado?
Creo que las primeras fueron unas telefónicas, allá por el 1999 o 2000. Y me parece que fue una inversión normalita, que cerré con ligeras plusvalías… Pero vamos, no fue algo memorable.
- ¿Tu mayor éxito como inversor? ¿Y fracaso?
Mi mayor éxito como inversor ha sido entrar fuerte en los peores momentos de mercado en las últimas crisis. Ahí es donde realmente he hecho rentabilidad. La primera vez fue un poco por casualidad, durante 2009, porque justo tenía una liquidez por invertir y coincidió. La segunda ya sí fue a conciencia, totalmente, en verano de 2011. Este año también pude invertir un poco más de lo que tengo en automático en marzo. En cuanto a los fracasos, tengo muchos. Hice un post en Finect con mis cinco mayores errores. Me costó decidirme por el peor, pero elegí mi desastrosa inversión en Royal Imtech, una ingeniería holandesa, que copié de la cartera de García Paramés y Guzmán de Lázaro cuando estaban en Bestinver. Ahí aprendí que copiar valores de carteras ajenas es muy mala idea, por muy reputados que sean los gestores.
- ¿Cuáles son tus valores nacionales favoritos? ¿Y extranjeros? ¿Por qué?
No tengo acciones individuales en cartera, porque pienso que no tengo los conocimientos ni el tiempo suficiente para elegir bien las compañías que añadir y seguirlas. Lo hago a través de fondos. Si hay algunos valores que tengo un poco marcados y, cuando llegan a determinados precios, compro algunas acciones, pero no a largo plazo, sino para intentar aprovechar una oportunidad puntual en precios. La última ha sido CIE Automotive. Pero esta parte no la veo como central en mi cartera de inversión, sino anecdótica.
- ¿Qué cinco indicadores económicos o características valoras o le pides a una acción para incorporarla a tu cartera?
Como digo, no selecciono acciones individuales en cartera. Sólo decidir esos 5 indicadores y seguirlos ya me llevaría más tiempo del que puedo dedicarle a la inversión.
- ¿Qué estás leyendo actualmente?
Extreme Ownership, de Jocko Willink y Leif Babin
- ¿Cuáles son tus libros de inversión favoritos? ¿Por qué?
El favorito y el que me cambió la mente en cuanto a la forma de acercarme a la inversión fue Un paso por delante de Wall Street, de Peter Lynch. Me divertí con El fabuloso mundo del dinero y la bolsa, de Kostolany. Me fascinó When genius failed, de Roger Lowenstein, sobre la caída del LTCM. Conviene ojear, sin duda, Stocks for the long run, de Jeremy Siegel. Pero considero obligatorio Pensar rápido, pensar despacio, de Daniel Kahneman, o, para los más perezosos, al menos Predictably Irrational (traducido al español como Las trampas del deseo). Además de esto, cualquiera de los más conocidos sobre Buffett o de Boggle.
- El 2018 fue un año bastante malo para los mercados mundiales y en especial para el Ibex, el 2019 ha sido el año de la recuperación, ¿Cómo ves el 2020 con todo lo que esta pasando con el COVID-19?
2018 y 2019 suenan ya tan lejanos… 2020 pues ya estamos viendo que ha sido un auténtico desastre para las economías, aunque los mercados han ido por su camino por la intervención gigantesca de los bancos centrales. Veremos cómo acaba la cosa, que además tenemos elecciones en EEUU. Esperemos que 2021 sea el año del inicio de la recuperación, aunque me temo que dependerá de cómo de profunda sea la segunda ola de contagios que hemos empezado ya a vivir.
- ¿Qué consejo le darías a alguien que se inicia como inversor?
Que empiece a invertir ya. Ayer si puede ser. Aunque tenga poco dinero. Que lo haga a través de las soluciones más fáciles, como los fondos indexados o las carteras de gestión automatizada (Mis hijos empiezan a invertir casi en cuanto nacen, para aprovechar que tienen muchos años por delante y que el interés compuesto puede darles mucha rentabilidad a largo plazo). Y que, a partir de ahí, en función del tiempo que le pueda y le quiera dedicar, vaya configurando su propia estrategia. Para ello, será imprescindible leer mucho por el camino.