Decidirte a invertir no es un paso nada fácil y mucho menos aún en nuestro país, en el cual nunca ha destacado la cultura financiera o el ahorro con el afán de mejorar nuestra economía doméstica.
Hemos recibido multitud de consultas y dudas sobre como iniciarse en el mundo de la inversión y es por ese motivo que hemos decidido crear esta sección en el blog para que sigas los pasos que en nuestra humilde opinión consideramos más lógicos. Inicialmente, esta nueva sección está dividida en 6 pasos, basada en nuestras experiencias y errores que iremos publicando a lo largo de las próximas semanas, posteriormente esperamos vuestras recomendaciones/sugerencias para seguir ampliándola.
Antes de nada, tendremos que preguntarnos qué tipo de inversor eres. Según el nivel de riesgo que seas capaz de asumir y tus objetivos de inversión te situaras en uno u otro perfil. Procedemos a comentar los más relevantes:
Inversor conservador
El inversor conservador es aquel que busca protección y estabilidad para su dinero. No se fían de la renta variable y prefieren invertir la mayor parte de su capital en renta fija o depósitos, priorizan la seguridad a la rentabilidad. Son conscientes de que invirtiendo en renta fija lo tendrán muy difícil para batir a la inflación y aceptarán, a regañadientes, un máximo del 15% o 20% en renta variable para obtener algo mas de rentabilidad a cambio de un riesgo más acotado.
En la vida cotidiana, estaríamos hablando del típico amigo que prefiere quedarse en casa y disfrutar de una buena peli con manta en el sofá, a pesar de que, a veces, consigues convencerlo para salir de fiesta.
Inversor moderado
El inversor moderado es una persona mesurada, se trata del perfil mas equilibrado entre todos los tipos de inversores. Su principal pilar es la estabilidad, pero sin perder de vista la rentabilidad por lo que está dispuesto a exponerse a un riesgo moderado a medio plazo.
Destinan entre un 20% y un 60% de su capital a la renta variable y se exponen a rentabilidades negativas a corto plazo.
Volviendo a realizar un símil con la vida cotidiana, seria el amigo que tiene un buen puesto y esta bien valorado en su empresa y se permite dos o tres caprichos todos los años (vacaciones, ropa cara, tecnología) pero sin perder la cabeza ni el balance de su cuenta bancaria.
Inversor dinámico
El inversor dinámico está dispuesto a sacarle partido a sus activos, conoce la renta variable y esta preparado para asumir el riesgo, aunque siempre controlando sus impulsos y no dejando que las emociones le dominen. Destinará aproximadamente entre un 60% y un 80% de su cartera de inversión a la renta variable.
En este caso, estaríamos hablando de ese amigo decidido e inconformista. Siempre dispuesto a mejorar y aprovechar las oportunidades de desarrollo que su empresa le pueda ofrecer, independientemente de que se encuentre a gusto y domine su puesto actual. No tiene miedo a los desafíos ni al riesgo, pero tomando las decisiones de forma meditada y tranquila.
Inversor tolerante
Este perfil pertenece al inversor arriesgado, con una aversión al riego muy baja, que conoce perfectamente el mercado de renta variable y cuyo único objetivo es obtener el máximo rendimiento posible para sus ahorros. Estará dispuesto a asignar la totalidad de sus activos (o prácticamente toda) a renta variable y espera la rentabilidad a largo plazo.
Todos tenemos un amigo que en su cumpleaños hace puenting o salta en paracaídas, que en sus vacaciones se va de mochilero a países del sudeste asiático sin planificar el viaje, simplemente dejándose llevar o él que abandona un trabajo seguro y bien remunerado para perseguir su sueño y abrir su propio negocio.
Antes de saltar del avión, asegúrate que tienes el paracaídas
Acabamos de detallar los principales tipos de inversores en relación a su aversión al riesgo para que puedas identificarte con el que mas se adapte a ti, pero antes de comenzar a invertir tu dinero es imprescindible preparar el terreno:
- Ten un buen colchón de emergencia – Es bueno tener ahorrado la cantidad equivalente a un mínimo de 6 meses (mejor un año) de tus gastos (colchón de seguridad). Esa cantidad te permitirá afrontar cualquier problema con mas tranquilidad.
- No cuentes con lo que tienes invertido – El dinero que destines a la inversión, estará en acciones, fondos o bonos, y no deberías contar con el a corto o medio plazo, ya que no te gustaría verte obligado a venderlo cuando tus activos están perdiendo valor.
- Prepara un plan – Elabora un plan a medio o largo plazo, que sea coherente con tu perfil, tu tasa de ahorro y en el que puedas ir midiendo tu evolución pasito a pasito hacia los objetivos que te propongas. Será esencial para ir progresando
- Aprende y lee todo lo que puedas – El viaje que acabas de emprender como inversor es largo y duro, pero afortunadamente existen un montón de personas que comparten tus mismas ideas. Tienes una amplia colección de libros a tú disposición en la que aprender sobre múltiples disciplinas, también hay blog y cuentas de twitter donde se comparte mucha información de manera altruista.
En la próxima entrada hablaremos sobre los diferentes productos de inversión que existen a nuestra disposición y sus principales características.
Tener claros los fundamentos antes de invertir es una muy buena idea. Gracias
Hola Jaron,
Eso es lo que pretendemos con esta sección que acabamos de inaugurar.
Gracias por pasarte y comentar.